VALORES
PERSONALES
Si queremos
un mundo diferente, una sociedad más equilibrada y un futuro más alentador,
entonces es momento de detenernos a reflexionar ¿Qué son los valores para
mí? ¿Cuáles valores forman parte de mi vida?
Valores
personales son aquellas virtudes que forja la identidad de cada individuo y lo hace irrepetible,
único. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de
cada persona.
I.- Familia:
Es un
valor del orden mayor porque es la primera célula de la sociedad donde las
personas establecen sus contactos primarios, biológicos y afectivos. Es la primera escuela del amor y
de todos los valores, en donde la persona experimenta la aceptación mutua
exclusivamente por lo que se es, la aceptación incondicional.
II.- Orden:
La
virtud del orden es ser capaces de, voluntariamente, comprometerse de acuerdo a
unas normas lógica necesaria para el cumplimiento de cualquier objetivo y no
sólo eso, sino jerarquizar los propios objetivos logrados así entre que estos
sean deseados y previstos. El orden cobra especial importancia cuando de
valores se habla pues éste es el que nos permite saber cuáles son más
importantes.
III.- Autoestima:
La autoestima es la facultad que
tenemos de valorar nuestras capacidades y vernos a nosotros mismos con
características positivas. La autoestima nos ayuda a actuar para conseguir
aquella metas que deseamos.
IV.- Paciencia:
Valor
que hace a la persona tolerante y comprensivo,
ante las adversidades y los contratiempos. Es conservar el dominio de sí
mismo. Esta virtud va forjando el carácter y el lenguaje de las personas, y le
permite actuar de acuerdo a cada situación. Permite sobrellevar las molestias ,
los errores y las contrariedades que vienen de las personas o de las cosas. Se
podrá ser paciente reflexionando, siendo callado, sabiendo esperar. No se puede
esperar que todo sea como se quiere, en el momento que se desee, que se den los
resultados de manera inmediata, sin pensar que algunas cosas por su misma
naturaleza, no pueden dar resultados enseguida. Quien es paciente conserva la
calma y está en condiciones de pensar,
de reflexionar y de esa forma obtener resultados.
V.- Objetividad:
La
objetividad es la capacidad de percibir y aceptar la realidad tal cual es,
haciendo a un lado los prejuicios y emociones particulares de cada persona. Se
concreta con el esfuerzo individual de ver las cosas tal cual son y no
malinterpretándolas por comodidad, miedo o conveniencia.
VI.- Carácter:
La energía y el trabajo obstinado
superan y vencen los mayores obstáculos.
Casi
no hay cosa alguna imposible para quien sabe trabajar y esperar.
Las
personas de carácter son menos comunes que los de talento. El talento puede ser
un don de la naturaleza; el carácter es el resultado de mil victorias logradas
por el hombre sobre sí mismo.
El
talento es una cualidad, el carácter es una virtud.
VII.-
Fidelidad:
Valor
que nos inclina a cumplir con puntualidad y exactitud la promesa que se
realizó. Nos hace ser coherentes entre lo que decimos y hacemos. La fidelidad
no tiene que ver sólo con algunos aspectos de la vida, sino que con todas las
esferas donde la persona se desarrolla. La persona que es fiel consigo mismo es
la que vive y cumple sus principios morales.
VIII.- Esperanza:
Actitud
humana ante las realizaciones futuras, especialmente las que son muy difíciles
de lograr y son muy deseadas
IX .- Sobriedad:
Cualidad
por la que las personas distinguen entre lo razonable y lo inmoderado, y
utiliza ordenadamente sus cinco sentidos, su tiempo, dinero y esfuerzo, de
acuerdo con la verdad, sin manipular la realidad a su conveniencia egoísta. La
sobriedad permite mantener las sensaciones físicas y las emociones bajo
control, evitando crear conflictos entre le cuerpo y el alma. El cultivo de
esta virtud hace que la persona preste especial atención a sus sentidos y a sus
pensamientos, rechazando convencidamente ciertas acciones y aquellos estímulos
que exalten o confundan su mente.
X.- Gratitud:
La virtud del agradecimiento es prueba de un gran corazón. Aun con el
torpe o equivocado, desde el momento que tiene buena voluntad, debemos ser
agradecidos, cuando menos por su buena intención. "Gracias" es
la palabra mágica que introduce en el hogar la cortesía, el buen orden y la
serenidad. Y el pequeño valor del agradecimiento brota de una conciencia que la
educación ha iluminado. .
XI .- Autodominio:
Es la facultad por la que una
persona contiene sus reacciones y emociones; las ordena con serenidad y
responsabilidad para que no cree desequilibrio en sí mismo, ni en los demás
individuos y se determina a sí mismo a dar prioridad al análisis de las causas
de una determinada situación o fenómeno. El autodominio es muy importante para
no entrar en conflicto en las relaciones personales, para que la persona como
unidad vital, encuentre el orden adecuado de sus capacidades y debilidades, de
sus éxitos y fracasos.